Las bodas… El día más feliz de la vida de los novios… Hasta que llega el fotógrafo de turno y se lo arruina.
Como no queremos que esto te pase a ti, hemos preparado una lista de errores (pero a modo de consejos, que nosotros somos muy positivos) para que no vayas por el mundo arruinando vidas, que está feo. ¡Y conviértete en un auténtico profesional!
1. La boda no empieza con la ceremonia. ¡Ve preparado!
Que sí, que te han citado el domingo a las 12 de la mañana, pero… ¿sabes dónde se celebra el evento? ¿Si hay buena iluminación? ¿Cuál es el programa del día? Y, lo más importante, ¿conoces a los novios?
Es importantísimo que conozcas muy bien a los novios. No se trata de que te conviertas en su mejor amigo y te vayas de copas todas las noches con ellos, pero sí de que sepas qué estilo tienen y qué es lo que les puede gustar. Además, es imprescindible que visites antes los distintos escenarios donde tendrá lugar el evento para poder hacerte un buen esquema de trabajo y que la improvisación sea la mínima posible.
2. Llévate un buen equipo. ¡Y un buen asistente!
Una vez que hemos superado el primer punto, es importante que vayas bien equipado. Todo parece muy obvio, pero lo que diferencia a un buen profesional de un novato es una buena preparación. Revisa bien la cámara para que todo esté bien (y sobre todo el flash, que puede dar sorpresas), llévate una cámara de repuesto (nunca se sabe…) y un buen trípode, revisa la tarjeta de memoria para comprobar que tienes suficiente espacio y llévate otra de repuesto.
Por otro lado, es cierto que una sola persona puede realizar un reportaje fotográfico de bodas con total éxito, pero siempre es bueno llevar un asistente que te ayude con la iluminación.
3. Haz tomas suficientes y desde diferentes ángulos.
Nosotros somos de la opinión de que es mejor tirar una sola foto bien pensada que 20 fotos a lo loco. Pero lo importante de una boda no es que te guste a ti la foto, sino a los novios. Por eso, y ya que la fotografía digital permite hacer tantas fotos como queramos (y la tarjeta de memoria nos deje), ¿por qué escatimar? Cambia de ángulo, prueba, prueba y prueba; así tendrás más material para elegir y hacer una buena selección.
4. Intenta estar atento a todos los detalles.
Es importante que los novios vean un reportaje de toda la boda, no de los 4 momentos decisivos. Si pasa algo divertido o alguien improvisa un discurso o una broma a los novios, ahí debes estar tú. Muévete, cambia de fondo (no solo fotos en la mesa, por ejemplo) y no te pierdas nada.
Por otra parte, también es importante que ese día estés más atento que nunca a los típicos errores que pueden surgir fruto de la urgencia y prisa de un evento en directo, como ajustar la sensibilidad ISO.
5. Presenta tu trabajo a tiempo.
Lo más seguro es que los novios no te exijan una fecha concreta para ver el resultado, pero lo ideal es que sea lo más próxima posible a la del evento. ¿Por qué? Porque a los 3 meses de la boda nadie se acuerda de lo que pasó. Es importante que la emoción experimentada el día de la celebración siga más o menos presente.
¿Te han parecido prácticos los consejos? Pues no son solo aplicables a la fotografía de bodas, sino a cualquier tipo de evento.
Es importantísimo conocer las localizaciones y el tono del evento (no es lo mismo una rueda de prensa que una obra de teatro infantil) para ir bien preparado. Porque ser un buen profesional no se traduce únicamente en tener una buena cámara de fotos, un trípode y varios objetivos, sino en comportarse como tal. Para conseguir esto, además de mucha experiencia, también es importante una buena formación.
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