ALBERTO HERNÁNDEZ. Enseñando a hablar al alma.

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Alberto Hernández. Para que el alma diga, primero hay que enseñarle a hablar.

Alberto Hernández, fotógrafo profesional desde hace más de 15 años, ha trabajado en importantes revistas latinoamericanas como Urbe Bikini Velvet Magazine, también en medios internacionales como ELLE Top Model (Francia, LatAm), Blink Magazine (México), Playboy (México) y Look Caras (LatAm) y en diversas campañas publicitarias de la cerveza Polar. Su origen venezolano se refleja en sus fotografías que transmiten una gran sensualidad, colores vibrantes y mucho ambiente caribeño. Su llegada a España está enriqueciendo sus imágenes con una mezcla de su mirada latina y la visión europea. Con una fiel creencia de que lo importante es contar historias, no se limita a la fotografía y trabaja con otros canales de expresión como el vídeo.
Actualmente, compagina sus sesiones de fotografía con la docencia en la escuela de fotografía TOO MANY FLASH colaborando en diversos planes académicos como el Máster Internacional en Fotografía de Moda y Publicidad. En los próximos días, podréis escucharle en una charla abierta sobre referentes y claves para fotógrafos de moda (martes, 23 de junio a las 19.30 hrs) y en el Workshop de Fashion Film (inicio el sábado 30 de mayo a las 18.00 hrs).
ALBERTO-HERNANDEZTu carrera se ha desarrollado principalmente en el mercado latinoamericano, ¿cuáles son las principales diferencias que encuentras entre ese mercado y el español? ¿Y las diferencias artísticas?
En América (y particularmente en América Latina y Miami) el discurso está condicionado principalmente por dos factores: el uso del color y la cadencia de las fotos. El color es algo cotidiano, más en el Caribe, y suele ser más vibrante. La manera en que el sol incide, condiciona nuestra manera de ver y mirar. La “cadencia” es el ritmo que tienen las composiciones, los cuerpos suelen ser más maleables y torneados. Tenemos topologías diferentes y el mestizaje ha sido diferente allí. Además, hay un culto al cuerpo evidente.
A pesar de ser un fotógrafo consolidado y reconocido, ¿te está siendo difícil abrirte un hueco dentro del panorama español?
A decir verdad, no he estado buscando insertarme aún, mi estadía en España ha estado condicionada a otros factores, no laborales. Sin embargo no puedo negar que he podido hacer algunas cosas relacionadas con la moda y ahora estoy empezando a producir material para América. Me parece una fórmula interesante, una mezcla de factores (mirada latina y talento europeo) que está enriqueciendo mi discurso.
Para ti, ¿la fotografía tiene un lenguaje universal? ¿O es diferente según las zonas culturales?
Pues podríamos hacer un debate largo sobre el tema. Si nos basamos en planteamientos como la Gramática Universal (o Gramática Generativa) podríamos decir que, en teoría, podríamos universalizar la imagen, pero no podemos dejar a un lado los condicionamientos culturales de cada tiempo y región. Es por eso que podemos decir cosas como “esta foto es tan japonesa” o “parece alemana” pero para ello necesitaríamos conocer previamente algunos de los códigos que definen cada una de esas culturas visuales. Si a esto añadimos que la fotografía hereda un montón de claves de las bellas artes y que se nutre de otras disciplinas, pues, la tela para cortar se alarga.
Al final lo importante es saber que la fotografía es un discurso individual. Siempre que hacemos una foto, estamos hablando sobre nosotros mismos y nuestro punto de vista del mundo. Me gustaría verla más como un mecanismo expresivo que como un soporte universal…

ALBERTO-HERNANDEZ

En diversas ocasiones hemos oído decirte que una buena fotografía debería de tener alma, pero… ¿qué es el alma en una fotografía para ti?
Lo que cada quien impregna de sí en ellas. Puede que esa alma no dialogue de la misma manera con todos los lectores, pero indudablemente está. Ese espíritu a veces se logra solo, pero otras muchas es el resultado de hacer consecutivamente ejercicios fotográficos; para que el alma diga, primero hay que enseñarle a hablar.
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La figura de la mujer es un elemento recurrente en todas tus fotografías, ¿hay alguna razón en especial para ello?
Siendo niño leí en un libro de historia del arte que “el hombre es la medida de todas las cosas” (entendiendo al hombre como persona, no como género) es decir, a partir de la figura humana el resto del mundo tiene proporción. Para mí, las personas son el centro de mis narraciones, protagonistas, independientemente de que sean hombre o mujer, necesito personajes que sean mis “protas” o mis “alter egos”.
El hecho de que sean mayormente mujeres obedece a varias razones. Primero, hay más modelos mujeres que hombres (además de recursos como ropa, accesorios etc), la industria está dirigida a ellas. Segundo, me ha obligado a relacionarme con la psiquis femenina y escudriñarla un poco… por demás, son hermosas, no puedo negarlo.
Sabemos que tus fotógrafos más influyentes son Peter Lindbergh y Steven Meisel, entre otros, pero ¿qué artistas fuera de la fotografía son los que te han inspirado en tus creaciones?
Quizá mis mayores inspiraciones vienen de afuera de la fotografía. De la literatura, del realismo mágico y lo real maravilloso latinoamericano de Borges y Cortázar; lo fantástico imaginario de Salman Rushdie. Del cine, de directores como Wong Kar Wai, David Lynch o los hermanos Polish. De cualquier género musical… La chispa puede provenir de cualquier fuente.
En el caso de Lindbergh y Meisel, siento gran admiración por su trabajo porque, precisamente, siempre están nutriéndose de muchas fuentes diversas.
En Venezuela has hecho diversas exposiciones de videoarte, ¿consideras que un fotógrafo también debería saber expresarse en otros ámbitos?
Al final, el vídeo acaba siendo una herramienta más de expresión, y si bien es cierto que se ha masificado por los móviles y las nuevas cámaras fotográficas, hay que tomar en cuenta que tiene sus propios códigos, siendo el tiempo y el montaje dos de los más importantes. Es un recurso que no existe en la fotografía. Quien quiera hacerlo, tiene un universo diferente por delante. El video termina siendo para mí un canal paralelo para contar historias.

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Compaginas tu trabajo de fotógrafo con ser profesor de fotografía, ¿qué te aporta la docencia?
La docencia me proporciona tanta alegría como hacer fotos. Mis padres eran muy buenos docentes y crecí impregnado de sus maneras de enseñar, pero definitivamente lo que más me gusta de la enseñanza es el intercambio de energía que mantienes con la gente, además siempre termino aprendiendo un montón de cosas de mis alumnos.
Además, esta frase resume bien lo que pienso de enseñar: “Cuando se comparte el dinero, queda la mitad del dinero. Cuando se comparte el conocimiento, queda el doble del conocimiento».

5 flashes y acabo…

Un museo… El cielo, luego el Tate.
Un sabor… El de la vida, en cada bocanada de aliento.
Tu lugar favorito de Madrid… El cielo, también. Y muy azul.
Una manía… Son tantas…
Paraguas o mojarte bajo la lluvia… Ambas, dependiendo de lo que me pida la lluvia.

The yellow awards

TOO MANY FLASH

La Escuela de Emprendimiento Fotográfico es referente en el sector por su metodología práctica, dinámica y funcional. Su completo plan de estudios es totalmente flexible y está adaptado mercado laboral actual con una marcada visión internacional y orientación profesional. TOO MANY FLASH es reconocida por ser la plataforma de entrenamiento de los fotógrafos de la nueva, que transcienden la técnica y la creatividad para conquistar nuevas oportunidades en el mercado, elevando los estándares de calidad del sector con su preparación académica y profesional.

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