IO DOPO DITE
Hay ocasiones en las que solo las palabras pueden curar, construir, demoler o cimentar algo de verdad. Hay ocasiones en las que callamos durante tanto tiempo que termina por desbordar la barrica que lo contuvo, mientras maceró lo suficiente como para empezar a tener sentido. Hay ocasiones en las que un discurso apasionado es lo único que necesita una pequeña, muy pequeña mujer que está aprendiendo que tiene voz y que esa voz sirve para defender lo que quiere.