A sus 85 años, Alberto Schommer, el conocido como “fotógrafo de personalidades” o “psicoanalista del poder”, recibía unos días atrás el Premio Nacional de Fotografía. Un premio que, para muchos del “mundillo”, llega demasiado tarde.
Schommer es el fotógrafo del retrato por excelencia. Aclamados son sus retratos psicológicos, que empezó publicando en ABC en 1973 con una fotografía de Pepín Fernández y Ramón Areces en el metro de Madrid rodeados de paquetes de sus respectivos grandes almacenes, Galerías Preciados y El Corte Inglés. Estos retratos serían después objeto de libros y, algunos años más tarde, realizaría otra serie de los mismos para El País.
Todas las élites españolas han pasado por su objetivo: políticos, banqueros, la familia real, artistas*… Schommer ha sido (y continúa siendo) un historiador gráfico de nuestro país.
Artista total, empezó pintando, pero pronto comprendió que la fotografía era su auténtico amor. Participó en grupos experimentales, como «Happenings Forums», e inventó las cascografías (fotografías en relieve a modo de esculturas).
Galardonado con numerosos premios, Schommer es de los que todavía piensa la foto. Acepta el digital como algo puntual para conseguir determinados efectos, pero sigue confiando en su Nikon analógica.
Con la dotación económica del Premio tiene previsto montar una gran exposición de retratos en El Prado. Toca esperar para volver a disfrutar del maestro…
* Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Baltasar Garzón, Eduardo Chillida, Dalí, José Hierro, Felipe González, Adolfo Suárez, Manuel Fraga, José Luis López Vázquez, Santiago Bernabéu, Mario Conde, el torero Joselito… Son solos algunos de los que desfilaron ante su cámara:
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