Hoy queremos destacar la figura del director de Fotografía, que en muchas ocasiones es el alma de la película y participa, como bien dijo Marian Álvarez (Goya a la mejor interpretación femenina 2014), en la construcción de los personajes casi tanto como los actores. Nuestro homenaje pasa por un repaso a 10 grandes directores de Fotografía, todos ellos premiados por la crítica.
Néstor Almendros. Nacido en Barcelona, Almendros desarrolló la mayor parte de su trabajo en Francia con directores de la Nouvelle Vague. Ganó un Oscar por su trabajo en Days of Heaven (Terence Malick, 1978) y fue nominado en otras 3 ocasiones. Un enamorado de la luz natural y de la fotografía realista, casi documental.
Vittorio Storaro. Conocido por su trabajo en Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979), Storano ha trabajado con grandes directores, como Bertolucci y Carlos Saura. Ganador de 3 Oscars, es uno de los directores de Fotografía más destacados del panorama actual. Su obra se basa en la teoría del color, en cómo los colores influyen en la percepción de las emociones y en el efecto psicológico que producen. Puedes ver todos sus trabajos en su web.
José Luís Alcaine. Considerado uno de los grandes del cine español, fue el primero en utilizar la luz de tubos fluorescentes como luz principal. Ganador de 5 premios Goya (ha estado 17 veces nominado), ha trabajado con los principales realizadores de este país, como Almodóvar o Fernando Trueba.
Gordon Willis. Artífice de la fotografía de la trilogía El padrino (Coppola) y de muchas de las películas de Woody Allen, es considerado uno de los impulsores de la revolución estética que sufrió el cine norteamericano en los 70. Contraluces, tendencia a la subexposición y blancos y negros son sus grandes marcas. Recibió el Oscar honorífico por toda su carrera en 2009 destacando su maestría en el uso de la luz, las sombras y el color.
Gregg Toland. Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941) es el máximo ejemplo de la aportación de Toland a la fotografía: luces y sombras en perfecta armonía y experimentación máxima de las posibilidades narrativas y expresivas de la luz para conseguir dotar de significado a la imagen, además de la introducción de nuevos puntos de vista y encuadres. Es considerado uno de los directores más creativos e innovadores y consiguió ganar el Oscar por Cumbres borrascosas (William Wyler, 1939).
Kiko de la Rica. El predilecto de Álex de la Iglesia ganó el Goya el año pasado por su exquisito trabajo en Blancanieves (Pablo Berger, 2012). Lucía y el sexo (Julio Medem, 2001), otro de sus trabajos como director de Fotografía, fue el primer film que se rodó en HD en España.
Roger Deakins. Hasta 7 nominaciones a los Oscar cosecha este maestro considerado uno de los grandes de Hollywood. Es uno de los valores seguro de los Coen y un gran gestor del color. Ha ganado dos premios de la American Society of Cinematographers, por Cadena perpetua (Frank Darabont, 1994) y El hombre que nunca estuvo allí (Joel y Ethan Coen, 2001). Puedes consultar toda su filmografía en su web.
John Alcott. De sus colaboraciones con Kubrick (La naranja mecánica, 2001: Una odisea en el espacio, Barry Lyndon y El resplandor) destaca su trabajo en Barry Lyndon (1975), por el que ganó el Oscar (entre otros galardones); en este film se ve la gran influencia de la pintura en la fotografía y, por ende, el cine. Inspirado por pinturas de Jan Vermeer o Rembrandt, consiguió iluminar gran parte de las secuencias solo con velas.
John Toll. Ganador del Oscar dos años consecutivos por Leyendas de pasión (Edward Zwick, 1994) y Braveheart (Mel Gibson, 1995) y Mención de Honor en la Berlinale por su trabajo en La delgada línea roja (Terrence Malick, 1998).
Sven Nykvist. No se puede entender a Nykvist sin Ingmar Bergman; junto a él realizó algunas de las películas más aclamadas de la historia del cine. Meticuloso y con una gran intuición, apostó por una iluminación natural y sobria. Ganó 2 premios Oscar por Gritos y susurros (Bergman, 1972) y Fanny y Alexander (Bergman, 1982).
