Hoy nos detenemos en el trabajo de Jame de Laiguana (Barcelona, 1966), polifacético artista que este año realizaba una retrospectiva de su obra en el Palau Robert de Barcelona.
Más allá de ser el realizador de los videoclips de Shakira y el “fotógrafo de los famosos”, como lo llaman algunos, de Laiguana es un fotógrafo reconocido, especialmente en el mundo de la publicidad, que ha ganado más de 20 premios LUX (que otorga la Asociación de Fotógrafos Profesionales). Su obra tiene una fuerte carga estética, con un sello reconocible que apuesta por los colores desaturados, retratos de rostros conocidos, recreaciones cinematográficas, una fuerte dramatización, escenarios muy elaborados (a veces, incluso, demasiado complejos) y un claro compromiso social.
Jaume de Laiguana es realizador, director de arte y fotógrafo, y siempre ha estado vinculado al mundo de la publicidad. Empezó en los 90 trabajando en grandes campañas de publicidad, ha dirigido reconocidos spots y videoclips y ha producido y dirigido la escenografía de giras internacionales de grandes estrellas de la música; la retrospectiva de Barcelona dejaba, sin embargo, la puerta abierta a un giro en su carrera, que ahora quiere centrarse en la fotografía artística.
Especialmente memorables son algunas de sus series fotográficas, como el calendario realizado para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 en el que fotografiaba a los deportistas olímpicos en escenarios de la Revolución Industrial, la campaña en contra del deterioro medioambiental en la que retrataba a las principales top models nacionales, como Esther Cañadas o Martina Klein, la serie de fotografías que realizó para Yo Dona con motivo de los Goya 2008, en la que actrices que habían obtenido el galardón o estaban nominadas posaban recreando grandes films de suspense, o la campaña en favor del ahorro de agua que realizó para Elle y que fue expuesta en la EXPO de Zaragoza, en la que 10 mujeres reconocidas, como Elsa Pataky o Bimba Bosé, posaban desnudas.
Un fotógrafo que centra su mensaje en la virtud de la imperfección, en la belleza del defecto y en el arte como medio de denuncia social.
TOO MANY FLASH
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