Afirma que lo mejor de la Fotografía es que nunca se acaba, por eso Laura Reyero, profesora de Photoshop en TOO MANY FLASH, no deja de investigar y reinventarse. Alguien así no podía ver más que ventajas en la herramienta de edición: un arma imprescindible para seguir creando y soñando a través de la Fotografía.
Le gustaría tener una máquina del tiempo, quizás para combatir los molinos de su Mancha natal junto al Quijote. Si así fuera, lo haría con la misma honestidad con la que trata a sus alumnos, porque el heroísmo siempre habita en el trabajo bien hecho, en mirar a los ojos al otro y saber que le estás ofreciendo lo mejor de ti.
Cuánta generosidad y valentía denota la sección de Retoque de tu web. ¿Photoshop sin complejos?
¡Sin ningún complejo! Para mí, Photoshop es una herramienta más (fantástica, por cierto) que interviene en el proceso de creación de una imagen. Está claro que es muy utilizada para “tapar errores”, y precisamente por eso la tachan quienes no saben usarla. Pero yo creo que Photoshop es un gran aliado de la fotografía, la complementa en todos sus aspectos, es capaz de llegar a un nivel más allá, donde la fotografía por sí sola no es capaz de llegar. Si Photoshop le hace competencia a algo, es a la producción, pero no a la foto.
¿Cómo se combate el terror que experimentan los alumnos la primera vez que abren el programa de edición? ¿Empiezas por una sesión de yoga?
No, pero es una buena idea. No es tan grave, realmente no es tan complicado. Puede que abrume un poco al principio, pero cuando terminamos la primera clase ya saben hacer cosas. Es cierto que ser un buen retocador son años de experiencia, pero cualquiera puede hacerse con el programa y cogerle el gusto enseguida.
Tú eres de las que se criaron en el laboratorio… ¿Es cierto que se ha perdido la magia?
No, pero es una magia diferente; mucho menos romántica, pero mucho más alucinante.
Estás especializada en Moda, Retrato y Producto. ¿Qué te aporta cada una?
La Moda, una belleza infinita e inabarcable. El lenguaje de la Fotografía de moda es tan bonito, es capaz de generar imágenes tan maravillosas… No soy capaz de ponerlo en palabras.
El Retrato, una conexión maravillosa con la gente. Hacer un retrato es como tener una conversación íntima con alguien, un momento en el que te cuenta todas sus verdades.
El Producto, una mezcla de las dos. Por un lado, es una disciplina que permite crear imágenes bellas, por otro lado, necesitas entender y escuchar al objeto que estás retratando.
Hablando del retrato, ¿debe prevalecer el alma del modelo o es imposible huir de la del fotógrafo?
Diría que ambas están presentes. El modelo deja su esencia en la foto, pero el fotógrafo la construye en base a su propio estilo.
¿Realmente el placer corporal necesita un manual de instrucciones? ¿Hay más pudor en la intimidad de una habitación que en el arte?
Puede ser. En el arte se trata de crear y, en el apogeo de la creatividad, pones todos los medios a tu alcance sin importarte nada. La vergüenza y el pudor quedan de lado.
Y, por último, ¿tienes algún proyecto personal entre manos?
¡Muchos! Tengo un par de sesiones en producción, una serie de retratos y un proyecto muy personal sobre objetos personificados. Ya irán saliendo a la luz.
5 Flashes y acabo…
Nunca saldrías de casa sin… No sé. ¿Zapatos?
Un manjar… Una pieza de sushi recién hecha.
Un sueño recurrente… Tener una máquina del tiempo y poder vivir momentos que no pude vivir porque nací demasiado tarde.
Una travesura infantil… Les ponía a mis padres petardos en los cigarros para que dejasen de fumar.
Una cita… ¡Uf! Esta es muy difícil. Tengo unos cuantos amores platónicos, pero todos son personajes de ficción. Si tuviera que elegir uno, creo que me gustaría conocer al Sherlock Holmes que interpreta Benedict Cumberbatch.
** Si quieres ver más fotos de Laura Reyero, puedes hacerlo en su web: www.laurareyero.com
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