Dicen que las fotografías llevan impresa el alma del fotógrafo… Con Olga Guarddón esto se cumple a rajatabla. Olga es como sus fotos: cercana, sincera y vital. En TOO MANY FLASH es la responsable del Curso de Fotografía de Bodas e imparte clases en el Curso de Fotografía de eventos y Fotoperiodismo y en el de Profesional de Fotografía, y sus alumnos salen fascinados… Será porque ella desvela sus secretos y despliega su magia como lo haría delante de un amigo con el que comparte un café.
Su conferencia de Flash Day concluyó con un esperanzador “De la fotografía se vive” -acompañado de su permanente sonrisa-. Y aquí está ella, reinventándose día a día para vivir de algo que ama. ¿Su último proyecto? Vita y Olga, una agencia de fotografía.
Háblanos de Vita y Olga…
Vita y Olga es un proyecto que está arrancando con mucha ilusión, la unión de dos compañeras y amigas que se complementan creativamente desde hace muchos años y que ahora quieren apostar por esta simbiosis. Queremos ofrecer cercanía, creatividad y profesionalidad, queremos que nuestros clientes nos dejen demostrarles lo que podemos llegar a crear de un día tan especial.
Eres capaz de huir de las fotos convencionales de boda, ¿cómo lo haces? ¿Has tenido la suerte de dar con parejas que se dejan hacer o es el fotógrafo el que tiene que llevárselas a su terreno?
Creo que huir completamente de las fotos convencionales es difícil porque el cliente es el que tiene la razón y si el cliente pide estas fotos, yo se las daré -siempre poniendo mi ojo e intentando acompañarlas de otras imágenes más creativas, más de autor-. Deberíamos educar al cliente, y creo que poco a poco lo estamos consiguiendo. Hay mucha oferta de fotografía de boda muy buena, corrientes muy creativas y muy diferentes entre sí.
Las parejas que vienen al estudio son gente que busca algo diferente, pero no quieren renunciar a tener una foto con su familia o una foto del momento de los anillos. Por eso hay que ofertar lo que se demanda.
Si tuviéramos que definir tus fotografías con una palabra, esa sería “intimidad”. ¿Es una cuestión de carácter o de experiencia?
A mí me gusta definirlas como fotos cercanas, fotos que transmitan emociones, recuerdos de ese día, y que años después las vean y recuerden esos sentimientos. No hay cosa más gratificante que unos clientes que te vean al cabo de los años te digan que siguen sintiendo un hormigueo en el estómago cada vez que ven el álbum de su boda.
Es obvio que hay que tener un carácter específico para este tipo de trabajo, hay que ser una persona extrovertida, con mucha empatía y mucha inteligencia emocional. También es cierto que mucho de ello te lo da la experiencia… ¡Aún recuerdo mi primera boda hace casi 15 años en la que casi no abrí la boca en las 8 horas que estuve con los novios!
¿Cuál es el truco para conectar tan bien con los “modelos”?
Creo que es la empatía y la naturalidad. Ellos tienen que sentirse cómodos delante de la cámara desde el minuto cero, y para ello debes allanar el terreno en cuanto les conoces por primera vez. También tienes que respetar todos los momentos y todas las creencias, aunque no pienses igual debes ponerte en su piel y tratar de entender lo que significa para ellos el ritual, ya sea religioso o civil.
¿Los novios deben salir guapos o naturales? ¿Hasta dónde podemos llegar con el Photoshop en la Fotografía de boda?
Yo soy partidaria de disparar bien para luego retocar lo menos posible, buscar el lado bueno de las personas, el gesto que les favorezca, y con eso tienes un 90 % ganado sean guapos o no. Prefiero que salgan más naturales que guapos, pero una vez más cuenta la opinión del cliente, ¡y el cliente exige guapos y naturales!
El Photoshop es nuestro mejor aliado y hay que saber que ayuda, pero, en la mayoría de los casos, no salva una foto.
Nos parecen divertidísimas muchas de tus series de preboda y postboda. ¿El reportaje de boda debe ser un mero reportaje social o tiene un punto de reportaje de autor?
El reportaje de boda cada vez es más reportaje de autor, cada vez más los clientes exigen algo diferente, algo más artístico y divertido. Por eso hay que cambiar el concepto de reportaje social, y pensar que el fotógrafo de boda también es un creador.
¿Podrías darnos 3 claves para cubrir de forma profesional un evento?
Experiencia, respeto y empatía.
Todos tus alumnos salen maravillados de las clases… En confianza, ¿qué les das?
(Risas) Creo que les doy sinceridad, les cuento las cosas tal y como son, les meto de lleno en este mundo, con sus ventajas e inconvenientes. Y, sobre todo, hago que las clases sean participativas y divertidas. Me gusta pensar que somos compañeros y estamos tomando un café y charlando.
5 flashes y acabo…
Un dulce… Todos (risas).
Una fotografía… Henri Cartier-Bresson… ¡Todas!
La primera película en el cine… No la recuerdo, pero te digo la última: “Her”. Me encantó, y fotográficamente, ¡una pasada!
Un consejo que te dieron… En la vida, “Sé valiente”, y en mi trabajo el que más me ha servido y siempre recuerdo , “El día de la boda tienes que ser la mejor amiga de la novia”.
Un vicio confesable… Mmm… ¡Muchos! (Risas) Que pueda contar… ¡Comer bien!
* Si quieres ver más fotos de Olga Guarddón, puedes hacerlo aquí: www.vitayolga.com
** El Curso de Fotografía de Bodas comienza el próximo 31 de marzo. Más información
