Hija de emigrantes españoles en Alemania, Susana Ponce Gómez sabe mejor que nadie lo que significa empezar de cero, con crisis o sin ella. Así lo hizo cuando a los 13 años sus padres decidieron volver de Bad Vilbel (Alemania) a la Puebla de Guzmán (Huelva) y 5 años después cuando decidió mudarse a Madrid, donde vive desde entonces. Después vendría dejar 10 años de trabajo de administrativo y descubrir, gracias a un curso de Diseño Gráfico, que lo que realmente le gustaba era esos “recuerdos regalados”, como dice ella, que supone la fotografía. ¿Después? Comprarse la cámara y «empezar a soñar», y ahí entra en juego TOO MANY FLASH y el Curso de Especialización en Fotografía de Moda que hizo el año pasado.
Es apasionada, vital y entiende la belleza en la naturalidad de lo no previsto. Sabe aprovechar cada presente que le da la vida y su consejo para los futuros alumnos de la escuela es que expriman al máximo a sus profesores. Porque así lo hizo ella… y se nota.
Observamos muchas secuencias (fotografías divididas en 2 o más fotos) en tus fotografías. Parece casi una marca de la casa… ¿Es un modo de reflejar el movimiento?
Sí, suelo recurrir a las secuencias cuando me parece interesante resaltar algún detalle adicional o en aquellas ocasiones en las que el conjunto me pide algo más de equilibrio. Además, esas minisecuencias dan mucho juego, ayudan a intuir o imaginar lo que está a punto de suceder.
I’m tired es un proyecto especialmente original. ¿Está cansada la sociedad? ¿Y Susana?
Pretendía reflejar el cansancio que provoca dar siempre el 100% muchas veces a cambio de… la voluntad. Es una queja por el poco respaldo mediático y económico que hoy en día recibe el mundo creativo, el artístico y, en este caso, el arte callejero. Creo que hace falta invertir más y mejor. Sin embargo, y a pesar de los pesares, en esta época que vivimos es mejor tener la “sana” costumbre de no dejar proyecto por imposible.
¿Qué hace Única a una peluquería de barrio? ¿La belleza está realmente en los ojos del que mira?
El título Única hace referencia a su protagonista, “la Rosario”. En ocasiones encuentras algo realmente auténtico en los lugares más cotidianos, y no lo digo solo por este modesto rinconcito en sí, sino también por la naturalidad de sus protagonistas. Secadores de los 70, un San Pancracio, la pescadera que saluda… un corte y peinado de toda la vida. ¿No es también bello lo que no hay forma de planificar?
Parece que el retrato es el género en el que más cómoda se te ve. ¿Hay modelos mejores que otros o el resultado depende del fotógrafo?
Me encanta el retrato, robar miradas, momentos irrepetibles, recuerdos regalados, hacer una foto y que los protagonistas se reconozcan. Evidentemente, hay modelos mejores que otros, como fotógrafos mejores que otros o momentos más o menos oportunos… lo importante es todo el conjunto.
¿Es más fácil retratar a alguien en la calle que en el estudio?
La mayoría de los trabajos los hago a domicilio. Me cuelgo la mochila, los paraguas, el fondo… y me planto en casa del que lo requiera. En el caso de los niños es una gran ventaja porque están en su terreno y se sienten seguros y relajados, lo propio para sacar unas buenas instantáneas. En el caso de los padres también, les evitas tener que desplazarse con todo el arsenal.
El estudio me gusta porque me da la posibilidad de conseguir lo que tengo en mente. La calle, en cambio, añade el factor sorpresa.
Además de algún que otro encargo comercial, ¿tienes algún proyecto personal en mente?
Sí, lo tenía y ¡va camino de hacerse realidad! Me acaban de ofrecer la posibilidad de exponer mi trabajo: el Ayuntamiento de la Puebla de Guzmán (Huelva) me brinda un espacio para una muestra. Este tipo de iniciativas hacen que siga ilusionándome, que quiera hacer cosas nuevas, sintiendo valorado el trabajo realizado… Se agradece, y mucho, ese apoyo.
¿Qué ha supuesto tu paso por TOO MANY FLASH?
Me ha aportado experiencia en el mundo de la moda, hasta ahora poco explorado por mi parte. Dirigir a modelos, conocer los procedimientos clave para cada sesión y ver los resultados obtenidos suponen siempre un plus.
¿Qué consejo les darías a los futuros alumnos de la escuela?
Les diría que aprovechen al máximo los medios que les ofrecen, que son muchos, que se diviertan y que expriman a sus profesores.
5 Flashes y acabo…
Un libro… Momo (Michael Ende, 1973).
Un amuleto… Una pulsera de búho.
Un viaje pendiente… ¿Uno? Muchos, imposible enumerarlos…
Lo último que te ha hecho reír… Mis hijos.
La foto más difícil que has hecho… Creo que el autorretrato para mi logo… ¡Cuesta ponerse delante del objetivo!
** Más fotos: www.sueponcegomez.es
